Por Paula Colado
Por fin llegó. Llegó el día, el día
marcado a fuego en el calendario desde que se supo aquella noticia
que se intuía, que se mascaba en la goma de los neumáticos, en cada
piano de cada curva. Desde el momento que se decidió marcharse de la
Scuderia en la cual puso su ganas y alma para intentar ganar, pero
más que ganar, perdió. Y decidió formar parte de algo nuevo, pero
a la vez viejo, de algo que aparece otra vez, pero que nunca pasó desapercibido en este Circo Máximo: el equipo McLaren-Honda.
Ayer todos expectantes de cómo sería,
su diseño, su forma, su estética. Si recodaría los momentos gloriosos
de la marca que un tal Senna consiguió empujarla hacia el Olimpo, o si recordaría como empezó todo allá por sus inicios, o si todo lo
contrario sería innovador, algo fresco. Todas esas cosas nos
preguntábamos. 
El horario no acompañaba, muchos
estudiando, en clase, trabajando, ocupados o simplemente sin medios
para seguir el gran acontecimiento de cómo sería en coche, aunque
mirábamos de reojo los diarios deportivos, las redes sociales o
cualquier medio que nos diera algún vestigio del nuevo McLaren-
Honda. Solo sabíamos su nombre: MP430.
De repente sin más, salió a la luz,
el nuevo MP430. Los flashes le sucumbían y se reflejaban en su
totalidad en el coche. Al final el secreto salió a la luz después
de todas las suposiciones que se hicieron, de los cuchicheos por el
padock..
El diseño es muy parecido a su
antecesor del año pasado, color gris metalizado, más oscuro, sin
esa protuberancia en la parte del alerón delantero que se puso de
moda la temporada pasada. Más estrecho en todos los sentidos, tanto
por la parte delantera y trasera, pareciendo incluso más
aerodinámico. Uniendo las dos partes, una línea rojo chillón
sobre ese fondo oscuro y uniéndose por la parte trasera del coche el
color gris oscuro con negro azabache, destacando la línea roja que
da color también a los retrovisores.
Sin embargo, como dice el refrán:
nunca llueve a gusto de todos. Las redes sociales y diarios
deportivos, como pasa siempre,  se llenaron de defensores del diseño,
que su estética era la correcta como los diseños anteriores de los
anteriores coches. Pero, como en todo,  también hay  detractores del
diseño, esperando otros colores más blanquirojos o anaranjados más
propios de McLaren- Honda que de McLaren- Mercedes para definir otra
época. Qué mejor que un cambio en condiciones. Y eso, muchos
aficionados, lo esperaban. 
A la vez se despejó la duda del formato
de los cascos y de la armadura de sus dos pilotos. El casco del
caballero inglés, Jenson Button, de rojo y blanco, decidiéndose por
estos colores después de su viaje en el tiempo. En cambio, el
samurai asturiano, Fernando Alonso, hombre de costumbres, color de
la  bandera asturiana unido también al rojo y blanco de Honda. Sus
monos de color blanco haciendo un llamativo contraste entre lo
oscuro del coche y lo puro de sus pilotos.
La duda quedó resuelta. Ahora, después
de la presentación, queda por saber el funcionamiento del coche
despejando cualquier clase de dudas sobre su funcionamiento, si será
el adecuado para enfrentarse esta temporada a todos sus rivales. No
hay que olvidarse que este es un proyecto a medio-largo plazo, pero
todos sabemos que si los Honda se acercan a los grandes rivales a
batir, los Mercedes, a  Alonso no le temblará el pulso, no se
rendirá y luchará por todas y cada una de las oportunidades que le
propicie el MP430. 
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