viernes, 30 de enero de 2015

F1: Mclaren, crónica de una bandera a cuadros

Por Paula Colado

Por fin llegó. Llegó el día, el día marcado a fuego en el calendario desde que se supo aquella noticia que se intuía, que se mascaba en la goma de los neumáticos, en cada piano de cada curva. Desde el momento que se decidió marcharse de la Scuderia en la cual puso su ganas y alma para intentar ganar, pero más que ganar, perdió. Y decidió formar parte de algo nuevo, pero a la vez viejo, de algo que aparece otra vez, pero que nunca pasó desapercibido en este Circo Máximo: el equipo McLaren-Honda.


Ayer todos expectantes de cómo sería, su diseño, su forma, su estética. Si recodaría los momentos gloriosos de la marca que un tal Senna consiguió empujarla hacia el Olimpo, o si recordaría como empezó todo allá por sus inicios, o si todo lo contrario sería innovador, algo fresco. Todas esas cosas nos preguntábamos.

El horario no acompañaba, muchos estudiando, en clase, trabajando, ocupados o simplemente sin medios para seguir el gran acontecimiento de cómo sería en coche, aunque mirábamos de reojo los diarios deportivos, las redes sociales o cualquier medio que nos diera algún vestigio del nuevo McLaren- Honda. Solo sabíamos su nombre: MP430.

De repente sin más, salió a la luz, el nuevo MP430. Los flashes le sucumbían y se reflejaban en su totalidad en el coche. Al final el secreto salió a la luz después de todas las suposiciones que se hicieron, de los cuchicheos por el padock..

El diseño es muy parecido a su antecesor del año pasado, color gris metalizado, más oscuro, sin esa protuberancia en la parte del alerón delantero que se puso de moda la temporada pasada. Más estrecho en todos los sentidos, tanto por la parte delantera y trasera, pareciendo incluso más aerodinámico. Uniendo las dos partes, una línea rojo chillón sobre ese fondo oscuro y uniéndose por la parte trasera del coche el color gris oscuro con negro azabache, destacando la línea roja que da color también a los retrovisores.


Sin embargo, como dice el refrán: nunca llueve a gusto de todos. Las redes sociales y diarios deportivos, como pasa siempre, se llenaron de defensores del diseño, que su estética era la correcta como los diseños anteriores de los anteriores coches. Pero, como en todo, también hay detractores del diseño, esperando otros colores más blanquirojos o anaranjados más propios de McLaren- Honda que de McLaren- Mercedes para definir otra época. Qué mejor que un cambio en condiciones. Y eso, muchos aficionados, lo esperaban. 

A la vez se despejó la duda del formato de los cascos y de la armadura de sus dos pilotos. El casco del caballero inglés, Jenson Button, de rojo y blanco, decidiéndose por estos colores después de su viaje en el tiempo. En cambio, el samurai asturiano, Fernando Alonso, hombre de costumbres, color de la bandera asturiana unido también al rojo y blanco de Honda. Sus monos de color blanco haciendo un llamativo contraste entre lo oscuro del coche y lo puro de sus pilotos.


La duda quedó resuelta. Ahora, después de la presentación, queda por saber el funcionamiento del coche despejando cualquier clase de dudas sobre su funcionamiento, si será el adecuado para enfrentarse esta temporada a todos sus rivales. No hay que olvidarse que este es un proyecto a medio-largo plazo, pero todos sabemos que si los Honda se acercan a los grandes rivales a batir, los Mercedes, a Alonso no le temblará el pulso, no se rendirá y luchará por todas y cada una de las oportunidades que le propicie el MP430.

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