Por César Matarín
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| Imagen de WRC.com |
Finaliza el Rally de Suecia con un
resultado esperado, aunque sorprendente. Thierry
Neuville optó a la victoria, que fue a parar a manos de Ogier.
El domingo se dio por clausurado
el rally de Suecia tras 21 etapas. El gran triunfador fue el piloto de Volkswagen, Sébastien Ogier, quien obtuvo el triunfo final en la última etapa,
y que pudo decir adiós en la jornada del viernes tras varios incidentes. Éste
resultado permite al francés
mantener el liderato en la clasificación general, y empieza a engrandar la
ventaja respecto a sus rivales al ser la segunda victoria en dos pruebas.
Pese al gran resultado del
favorito, otras dos figuras han sido muy destacadas en la prueba escandinava. Por un lado, Hyundai ha brillado con luz propia, colocando
su i20 WRC a manos de Thierry Neuville en el podio. El belga ha protagonizado una prueba
excepcional, obteniendo resultados muy regulares durante el fin de semana,
siempre en posiciones punteras, que incluso le permitieron coger el liderato de
la prueba al finalizar la etapa del sábado, tras recortarle tramo a tramo una
ventaja de más de 30 segundos al primer clasificado.
“Ha sido uno de los mejores tramos que he corrido. He atacado mucho. Los
neumáticos nuevos nos han valido tres o cuatro segundos y he tenido buenas
sensaciones con el coche, muy divertido. Va a ser duro mañana con tres tramos
complicados, pero no voy a aflojar”. Comentaba a los medios el piloto de Hyundai a los medios de WRC.
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Así pues y como preveía el belga, en el primer tramo del domingo, Neuville cedía el liderato ante la otra
luz en Suecia. Mikkelsen recuperaba el liderato que había protagonizado desde que Ogier y Latvala tuvieran problemas en sus tiempos durante la segunda
jornada del rally. Y es que el piloto de Volkswagen
ha conseguido sorprender a propios y extraños con una gran actuación durante
toda la prueba. Mostró una gran regularidad durante los 4 días de competición,
además de un hambre insaciable y reforzado con un gran apoyo por parte de la afición,
como reconoció tras la segunda jornada. Pese al gran desarrollo que tuvo
durante el rally, Mikkelsen cedió la
cabeza de la clasificación en el último tramo y al llegar al parque de
asistencia, desolado, rompió en llanto.
“Cuando llegué al final del tramo estaba triste, pero no estaba muy
triste. Es más, cuando fui al parque de asistencia, me vino toda la emoción de
golpe y empecé a pensar en la experiencia. Fue muy duro.” Indicaba Mikkelsen a los medios. Aún así, más
tarde valoró su rendimiento, y evaluó su actuación en la prueba: “Nunca hemos estado tan cerca de la victoria
y estoy seguro de que no está muy lejos. La experiencia que tengo de luchar por
el triunfo y de defender la renta era casi nula. Esto me va a ayudar en futuros
rallyes donde, si estoy en la misma situación de nuevo, espero que pueda
manejarla un poco mejor.”
Finalmente y tras un error en una
curva a izquierdas en el último tramo, donde perdió el control de su coche,
acabo el rally en tercera posición, repitiendo el resultado obtenido en Mónaco, así como su compañero y ganador
de la prueba.
“Llegué aquí con serias dudas de si podría pelear por la victoria. Sabía
que tendría que hacer frente a condiciones difíciles, así que decidí tomar
todos los riesgos y ataqué desde el primer tramo hasta el final. Tuve algunos
pequeños problemas, pero hemos pilotado por encima del cien por cien todo el
tiempo. La última especial ha tenido un final increíble. Estoy muy orgulloso de
esta victoria. Sin duda, es una de mis mejores”. Explicaba Ogier en el parque de asistencia al
acabar el último tramo.
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